Por Jeremy W. Peters, Publicado el 13 de marzo de 2014, New York Times
“Construimos tanta prisiones que la gente comenzó a preguntar: ¿Podemos solventar esto?”
Unos senadores republicanos conservadores se han unido filosóficamente con algunos de los demócratas más liberales respecto a políticas que reducirían la población en las prisiones. Los conservadores en lo fiscal ahora dicen que las propuestas a lo largo de estos lineamientos rebajarían miles de millones del presupuesto federal.
WASHINGTON — Destacados republicanos están diciendo que las condenas mínimas obligatorias en el sistema federal han fracasado – demasiado costosas, extremadamente punitivas e ineficaces. De modo que están acogiendo una gama de ideas provenientes de estados controlados por los republicanos donde han logrado reducir la población en sus prisiones y rebajar los costos del encarcelamiento.
Los conservadores en lo religioso consideran que estos empeños ofrecen compasión y la esperanza de reunir a las familias divididas. Los conservadores en lo fiscal dicen que las propuestas rebajarían miles de millones del presupuesto federal.
La administración de Obama está involucrada y apoya esos esfuerzos como se hizo evidente el jueves cuando el Ministro de Justicia dijo que reduciría las condenas para las personas culpadas de narcotráfico, la última señal de que la Casa Blanca está haciendo la justicia penal una prioridad en el segundo término del Presidente Obama.
Los republicanos y los demócratas están principiando conversaciones sobre la combinación de los dos proyectos de ley que el Comité Judicial del Senado ya aprobó abrumadoramente este año. El primero le daría a los jueces mayor poder discrecional para que puedan apartarse de las condenas mínimas obligatorias en causas de narcotráfico de bajo nivel, rebajar las condenas obligatorias para otros delitos de drogas, y hacer retroactiva la ley del año 2010 que redujo la disparidad entre las condenas por cocaína y las condenas por base de cocaína (crack).
El segundo proyecto de ley trata de abordar un sistema que establezca capacitación de habilidades y libertad prematura para aquellos que ya están encarcelados pero que se consideran un riesgo bajo de que cometan otro crimen. El dirigente de la mayoría ha hecho señales a ambos partidos en la cámara de que traerá a su consideración este año un proyecto de ley sobre justicia penal.
“Me gustaría decir que la gente quisiera mantener la esperanza en la idea de que, una vez que han cometido delitos, las personas se pueden rehabilitar y convertirse en ciudadanos productivos”. El Senador Cornyn añadió: “Lo que creo que realmente sucedió, la explicación
más probable fue que construimos tantas prisiones que la gente comenzó a preguntar: ¿Podemos solventar esto?”
Muchos de los legisladores envueltos en la redacción de la disposición legal tienen experiencia como fiscales o jueces y han visto de primera mano la índole inflexible del sistema federal para los dictados de pena. El Sr. Lee dijo: “Como fiscal federal auxiliar, de vez en cuando vi situaciones en las cuales un juez diría: ‘No estoy seguro que esta condena tiene sentido, de hecho tengo verdaderas dudas. Pero tengo que hacerlo’. Esos recuerdos permanecen conmigo”.
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