En su artículo, “Street Cop”, publicado en el New Yorker, el 11 de noviembre de 2013, Nicolas Lemann describe a los fiscales de la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York. Dado que tantos acusados son procesados por ellos, sería útil conocerlos:
“Si usted no es un abogado y se encuentra con una persona tranquila que parece estudiosa y le pregunta a qué se dedica, puede que oiga “Soy un Fiscal Federal Auxiliar del Distrito Sur de Nueva York.” Suena soso, aburrido, como “Preparo las declaraciones de impuestos”. Lo que realmente querían que usted oyera fue”¡Soy miembro de la Élite Genial, chico! Soy del centro de operaciones especiales. Soy de la fuerza de resistencia. ¡Tenga mucho miedo!”
“Los abogados del Ministerio Público de los Estados Unidos son fiscales federales que trabajan por todo el país y reciben órdenes del Departamento de Justicia en Washington. Trabajar para un Fiscal de Distrito de los EE.UU. es un empleo prestigioso para los abogados y el Fiscal del Distrito Sur de Nueva York, cuya jurisdicción es Manhattan, el Bronx, y las zonas residenciales hacia el norte, ha tenido una posición especial, la de un mandamás. El apodo de la oficina es el Soberano Distrito de Nueva York. Los empleados que trabajan en el Distrito Sur asistieron a las mejores escuelas de derecho, fueron elegidos para las revistas jurídicas, y trabajaron de asistentes para jueces federales. (Antiguos empleados de la oficina incluyen al ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani, al antiguo Ministro de Justicia Michael Mukasey, y al nuevo director del Buró Federal de Investigaciones (FBI) James Comey). En la actualidad, en estrecha colaboración con policías y agentes del FBI, encausan a los principales criminales, a los peores, a los aterradores: los multimillonarios malos, la Mafia, las pandillas de drogas, los terroristas. Esto les da muchos puntos, que se suman a sus credenciales académicas.
“Los abogados que consiguen empleo en el Distrito Sur pasan la mayor parte de sus carreras moviéndose alrededor de un pequeño circuito que comprende al juzgado federal en la parte baja de Manhattan, las principales firmas de abogados de Wall Street y unas pocas agencias gubernamentales en Washington, notablemente la Comisión de Bolsa y Valores [US Securities and Exchange Commission (SEC)]. Los que habitan en este mundo cerrado trabajando como fiscales o encargados de hacer que se cumplan las leyes han defendido en el pasado y defenderán en el futuro, cobrando mucho dinero, a los tipos de personas infractoras a quienes ahora persiguen.
“Los miembros de la Élite Genial ven el trabajo para el gobierno como la vocación más alta. Como me dijo el jefe de la SEC ‘El trabajo de usted como Fiscal Federal es hacer lo correcto. Va a perseguir a los tipos malos. Estará haciendo algo a favor de la sociedad todos los días. Se siente bien al hacer su trabajo cada día. Suena como una sensibilidad artificial, pero es la verdad.’ Por un lado, si usted pasa toda su carrera en el gobierno, o en un bufete de abogados elegante o en un banco grande, le ven como alguien que hasta un cierto punto ha fracasado ligeramente. En el Distrito Sur, usted obtiene mucha más experiencia en la sala de audiencias de la que tendría en una firma de abogados, y en una firma de abogados obtiene mucha más capacitación en las complejidades del mundo financiero de la que tendría trabajando para el gobierno.
“Mientras usted echa el bofe en el sector público por una cantidad de dinero relativamente pequeña, no necesita preocuparse de que esté sacrificando el potencial de ganancias futuras. Realmente está haciendo lo contrario, ya que constantemente aumenta el número de firmas de abogados que buscan a abogados capaces de defender a sus clientes contra todos los reguladores financieros a quienes se les han dado nuevas potestades. Como me dijo un antiguo fiscal federal auxiliar, la división de investigación de fraudes en valores del Distrito Sur es su “salón de despedidas”.
“La Élite Genial desecha cualquier sugerencia de que puedan ser menos exigentes con las firmas de Wall Street porque esperan trabajar más adelante para Wall Street, o que, en el ejercicio de su profesión de abogados, se aprovechen de sus conexiones con los fiscales del gobierno para hacer que desaparezcan los problemas de sus clientes. “Para bien o para mal, hay un tipo de arrogancia que proviene de estar en el Distrito Sur de Nueva York”’ dice Steven Cohen, un antiguo fiscal auxiliar que ahora es socio en Zuckerman Spaeder “Estas personas en su mayoría no se ven subordinadas a sus clientes. El cliente está en libertad de aceptar o rechazar el consejo que los abogados dan. Eso es todo lo que debo a los clientes. No estoy comprometido con ellos”.
“Daniel Richman, un antiguo empleado del Distrito Sur que enseña en la Escuela de Derecho de la Universidad de Columbia me dijo: “Cuando oyes que un antiguo fiscal federal auxiliar viene a la oficina para hablar sobre una investigación, uno puede decir, ‘Es la red de los viejos empleados.’ Pero aquellos que están más cerca de la situación ven que es un sistema mucho más benéfico. La compañía escogió a un antiguo fiscal federal auxiliar. Eso demuestra que se ha comprometido a actuar de acuerdo con las reglas. Y eso se recompensa”.
Street Cop Por Nicholas Lemann, New Yorker, Noviembre 11, 2013