Los ex acusados que han colaborado con las autoridades del orden público, y ya han cumplido sus condenas, están tratando de monetizar su experiencia llevando a narcotraficantes a los agentes de los Estados Unidos—por un precio, por supuesto, que va a ser pagado por los narcotraficantes. El quid pro quo, sin embargo, es que los narcotraficantes tienen que colaborar con el gobierno. Algunos abogados también han comenzado esta práctica. Esta práctica indecorosa se ha extendido hasta personas que no están acusadas formalmente, pero figuran en la lista OFAC. La gente debe saber que el estar en la lista OFAC no necesariamente significa que una persona está en peligro de ser acusada por un gran jurado. En la mayoría de los casos, significa que el gobierno no tiene los medios de prueba suficientes para acusar criminalmente a esa persona.
Entonces, ¿por qué convertirse en un informante para salir de OFAC? ¿Por qué insinuarse en “Gringolandia” (la tierra de los gringos) si no es necesario que usted lo haga? Créame, no le va a gustar.
– David Zapp y Johanna Zapp