Por David Zapp, Esq.
OFAC es la sigla en inglés de la oficina de control de valores extranjeros (Office of Foreign Assets Control).
Es una agencia de los Estados Unidos que coloca a personas y naciones en la llamada “Lista Clinton”, la cual es una lista de sanción formada por supuestas compañías depravadas, naciones depravadas, asociaciones cívicas depravadas, y, sencillamente, puros granujas. Cualquier persona y cualquier cosa que la OFAC crea que está envuelta en cierta actividad ilícita se pone en esta lista. Cuando se trata de personas y compañías que están envueltas en lavado de dinero o en narcotráfico o en ambas actividades, se ponen en la llamada lista “Kingpin” (Capos o jefes de actividades ilícitas). La vasta mayoría de estas personas no son cabecillas de narcotráfico, pero a la OFAC no le importa y tampoco a los tribunales.
Entonces, ¿qué puede hacer usted si lo ponen en la lista? Contratar a un abogado. Es el mejor modo de tratar con las agencias gubernamentales. Y tener paciencia y la ecuanimidad para tolerar lo que usted percibirá como abuso y arrogancia. Siempre digo que prefiero alegar una causa ante la Suprema Corte que tratar con agencias administrativas tales como el BOP, la OFAC y la Administración de Veteranos, mencionando solo unas cuantas. Estas agencias tienen una tendencia a molestar a las personas con las que tratan, y, sospecho, que hasta obtienen un placer perverso al hacerlo así. Por ejemplo, fácilmente podrían responder la indagación de su abogado con respecto a por qué usted está en la lista enumerando los motivos. Pero, en vez de ello, podrían sencillamente y con igual facilidad decir “creemos que su cliente es un narcotraficante porque es un narcotraficante”. Punto. Eso no es una exageración. Una vez recibí tal respuesta, y cuando veo ese tipo de arrogancia creo que hay un motivo para ello, algo o alguien los hace sentirse confiados de que pue pueden ser así de arrogantes, y sospecho que es la deferencia que los tribunales generalmente les dan.
Entrar en la lista, sin embargo, no significa que tiene que permanecer en la lista, y hay buena ley que permite que lo saquen de esa lista. Espere un período de tiempo respetable de seis meses a un año durante el cual se separa, se desvincula, de las personas y lugares que lo metieron en la lista en primer lugar, entonces presente una petición a OFAC para que lo quiten de la lista y estará en el camino que lo llevará a poder salir de la lista. Como dijo recientemente el Presidente Obama refiriéndose a Cuba: “una nación que cumple con nuestras condiciones y renuncia al uso del terrorismo no debe encarar esta sanción”. Sustituya individuo por nación y narcotraficante por terrorismo y tiene en función el mismo principio legal.
El instrumento principal de OFAC para frustrarlo a usted, sin embargo, es demorar el proceso, hacerlo ir con lentitud, sabiendo que con tal de que no haya respuesta a su petición de que lo saquen de la lista, usted continuará estando en la lista. Y usted no puede ir directamente ante el tribunal porque hay una regla de “agotamiento de los remedios” que expresa que usted tiene que agotar sus remedios administrativos antes de ir al tribunal. En otras palabras, primero usted tiene que pedir a la OFAC que considere nuevamente su decisión, y con tal que la OFAC no responda, usted no puede decir que ha “agotado” su remedio administrativo. Si no hay respuesta, no hay “agotamiento”.
Entonces, ¿cómo trata usted con eso? Documente todo lo que haga. Manténgase encima de ellos. Aplique la presión, pero hágalo de modo razonable, tal vez más que razonable, de modo que nadie pueda decir que usted está actuando de un modo poco razonable. Si la OFAC no responde en dos semanas, concédale tres semanas y dele seguimiento escribiendo una carta como recordatorio de modo que para el momento en que llegue ante un tribunal le vean como una persona indisputablemente razonable.
Ahora bien, si ellos todavía no responden o si le deniegan su solicitud de reconsideración, vaya ante el tribunal, demándelos. Así las cosas comenzarán a moverse en serio para hacer una refutación adecuada. Es una cosa hacerle caso omiso a un abogado, es otra muy distinta hacerle caso omiso a un juez federal, o, todavía peor, presentarle una justificación falsa para mantener a un individuo en la lista. Y el abogado que representará a la OFAC, un abogado del Departamento de Justicia, será sensible a ese hecho. Los miembros del personal de la OFAC no son abogados, son policías vestidos de paisanos. Ellos no tienen ningún interés en sacarlo de la lista.
Si la causa no llega a un acuerdo de conciliación entre las partes, el juez decidirá y, como yo digo, la ley es muy buena para una persona en la lista. Como ven, no es acerca de lo que usted estaba haciendo. Es acerca de lo que usted está haciendo lo que determina si todavía debe estar en la lista.
Usted es como Irán. Le quitan de la lista de sanción si usted se deshace de su “uranio”. Así que, despréndase de su “uranio”.