Por Johanna S. Zapp, Abogada
Todo el mundo pregunta lo mismo. ¿Por qué tarda tanto tiempo conseguir que se haga algo en mi causa? Desde hace ya meses he estado tratando de explicar a mis clientes que los cortes en el presupuesto han llevado a una fiscalía más lenta. Los fiscales se están yendo, bien sea para empleos mayores y mejores, o sencillamente se van por motivos personales. El problema es que, cuando los fiscales se van, no los reemplazan. Esto significa que las 20, 30 o 40 causas en las que ese fiscal estaba trabajando ahora tienen que ser delegadas a todos los otros fiscales que permanecen en la oficina.
De acuerdo con un artículo publicado recientemente en el diario The New York Times (porciones del cual figuran abajo), 22 fiscales se marchan de la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York anualmente sin que los reemplacen. (Pueden estar seguros que lo mismo es cierto también en el Distrito Oriental de Nueva York). De modo que mientras usted sigue esperando en los centros correccionales MCC o MDC y su abogado le explica que las cosas se están moviendo lentamente, y que no devuelven las llamadas, ese es el motivo. Los fiscales que quedan tienen demasiado trabajo y les pagan mal. Tienen más causas que nunca en sus escritorios.
Es frustrante para todo el mundo. Pero usted puede estar seguro que será atendido. Es necesario tener paciencia, y tal como ya he dicho antes: “Su paciencia será recompensada”. La meta de un fiscal es lograr que el expediente suyo salga del escritorio de él lo más pronto posible. Sin embargo, no hay suficientes horas en el día para hacerlo con eficiencia o rapidez, y no hay suficientes fiscales que puedan encargarse de todas las causas que existen. El resultado es que surja la pregunta: ¿por qué se mueve tan lenta mi causa?
Un fiscal ve peligro en los cortes al presupuesto
Por Benjamín Weiser, Publicado en el periódico The New York Times el 2 de diciembre de 2013
Preet Bharara, Fiscal Federal del Distrito Sur de Nueva York, le dijo a un grupo de abogados el lunes que podría llegar un momento en que su oficina alcanzara una modalidad de crisis. Su oficina tiene 210 fiscales federales asignados ahora a las causas civiles y penales—casi 20 menos de los que tenía en el 2011. La oficina también pierde unos 22 abogados al año debido a atrición, y no están siendo reemplazados. En una entrevista telefónica, él añadió que con su oficina ejecutando acciones en tantas clases de causas importantes, “la elección Hobson de seleccionar una en vez de otra a medida que los recursos merman es, usted sabe, un poquito horrorizante”.
El Sr. Bharara compareció con otros dirigentes de los tribunales y del colegio de abogados a una audiencia pública organizada por la Asociación de Abogados del Condado de Nueva York con respecto al impacto continuado de los cortes en el presupuesto sobre el sistema de justicia penal. Los otros testigos que declararon incluyeron a jueces presidentes de los tribunales federales de la ciudad; Loretta E. Lynch, Fiscal Federal en Brooklyn; y David E. Patton, el defensor público federal.
La cuestión se ha puesto candente. La semana pasada, la Juez Kimba M. Wood del Tribunal Federal de Distrito en Manhattan le dijo a otro grupo del colegio de abogados que en octubre el tribunal estuvo a un día de no poder pagarles a los jurados por sus servicios, lo cual hubiera llevado a la suspensión de los juicios por jurado.
El Sr. Patton, cuya oficina actualmente representa al 40 por ciento, aproximadamente, de los acusados indigentes en los juzgados federales en Brooklyn, Long Island, Manhattan y el Condado de Westchester, ha dicho que la reducción de gastos ha tenido como resultado que su personal, que incluye a 35 abogados, estuviera fuera con 12 días de licencia sin sueldo. Debido a ello, su oficina ha pedido a los jueces que reasignen a abogados nombrados por el tribunal una media docena de causas que tenían asignadas, de modo que los acusados puedan ser representados adecuadamente.