Publicado en el diario The New York Times el 18 de junio de 2012
Por Peter Lattman
Para Goldman Sachs, el caso de tráfico de influencias en contra de un antiguo miembro de la junta directiva, Rajat K. Gupta, el cual concluyó en una condena el viernes, fue una distracción incómoda.
Por lo menos hasta ahora, también ha sido una bastante costosa.
Goldman Sachs ha pagado por la mayoría de la defensa legal del Sr. Gupta, la cual ha costado casi 30 millones, de acuerdo a dos personas con conocimiento directo del caso que solicitaron permanecer anónimos porque no estaban autorizados para discutirlo públicamente. Procter & Gamble, en cuya junta directiva también sirvió el Sr. Gupta, ha pagado el resto de la cuenta.
Un jurado halló culpable al Sr. Gupta de divulgar información privada de las discusiones de la sala de la junta al antiguo titán de un fondo de alto riesgo Raj Rajaratham. Él fue absuelto de un cargo concerniente a la divulgación de secretos de P. & G.
El Sr. Gupta, cuya imposición de condena es en 18 de octubre, planea apelar. El decir que Goldman Sachs ha pagado las cuentas legales del Sr. Gupta a disgusto sería una subestimación. El Sr. Gupta no solamente abusó su rol como director de Goldman, según determinó el jurado, sino que los abogados del Sr. Gupta abrumaron al banco durante el juicio. Ellos representaron a Goldman como un pozo negro de chismosos dándole información privada al Sr. Rajaratham. Un abogado defensor llamó a Lloyd C. Blankfein, el director de Goldman, quien fue obligado a testificar por tres días, “frío y endurecido.”
Pero con el veredicto de culpable del viernes, Goldman se ha acercado a que le reembolsen. Bajo un trato hecho antes del juicio, el Sr. Gupta aceptó que si él fuera condenado de tráfico de influencias, él reembolsaría al banco por las cuentas legales pagadas a su beneficio. El banco, sin embargo, debe continuar pagando las cuentas del Sr. Gupta hasta que su apelación se resuelva de forma definitiva, un proceso que podría tomar un par de años y que seguramente aumentará el costo de su defensa.
Goldman ha estado pagando las cuentas legales del Sr. Gupta porque los estatutos del banco requieren que este pague las cuentas legales de sus ejecutivos principales y directores por conducta que ocurrió mientras que actuaban de parte de la empresa. Y el estado de Delaware, en donde Goldman se encuentra incorporado, tiene leyes generosas concernientes a la indemnización de ejecutivos para protegerlos de incurrir responsabilidad personal por su trabajo mientras que ocupan sus puestos.
Pero los derechos de indemnización no son ilimitados. Si la compañía ha adelantado pagos de montos legales a un ejecutivo y después se determina que él violó ciertas leyes criminales o actuó de mala fe, la corporación puede intentar recuperar el dinero que pagó previamente.
“La ley protege a los directores y ejecutivos por su conducta mientras que trabajan para sus empresas – pero solamente hasta cierto punto,” dijo Kevin M. LaCroix, un abogado que se especializa en asuntos de responsabilidades administrativas. “Yo esperaría que muchas empresas tomarían la posición de que ellos no tienen que indemnizar a alguien convicto de tráfico de influencias.”
Las empresas y sus previos ejecutivos acusados de crímenes frecuentemente tienen disputas sobre el pago de cuentas legales. En marzo, un juez federal reglamentó que Joseph F. Skowron, una antigua estrella de administración de fondos de alto riesgo de Morgan Stanley que se declaró culpable de tráfico de influencias quedó debiendo al banco aproximadamente cuatro millones de dólares en cuentas legales que había pagado.
Hollinger International y su previo presidente, el magnate de medios de comunicación Conrad M. Back, luchó por cuatro años sobre quién debería pagar por su defensa legal fracasada contra acusaciones de que él había saqueado la empresa de diarios. En 2006, la empresa CA, antiguamente Computer Associates, demandó a Sanjay Kumar, so previo presidente, por reembolso de quince millones de dólares que le adelantó a sus abogados después de que el Sr. Kumar se declaró culpable de fraude de valores.
Aunque la cuenta del Sr. Gupta de treinta millones es grande, no es fuera de lo normal comparada con otros enjuiciamientos de delitos financieros. El costo de defender estos casos complejos puede ser inmenso, ya que requieren equipos de abogados para ordenar grandes cantidades de datos comerciales y otros documentos para construir una defensa. Jeffrey K. Skilling, el antiguo presidente de Enron, gastó aproximadamente setenta millones de dólares durante su juicio, con sus años de apelaciones aumentando ese costo.
Las cuentas de abogados del Sr. Gupta no son el resultado de únicamente este juicio de un mes, sino también de una odisea de dos años y medio que llevaron a los cargos en su contra, incluyendo una batalla encarnizada de dos años con la Comisión de Valores y Bolsa en un caso civil relacionado. Desde el principio, él ha sido representado por Gary P. Naftalis y un equipo de abogados del bufete Kramer Naftalis & Frankel de Nueva York.
Frecuentemente, los acusados de delitos financieros carecen de recursos para pagar por su propia defensa. Pero el Sr. Gupta, cuyo patrimonio neto en 2008 fue estimado en 130 millones durante el juicio, presumiblemente tiene los medios para pagar a Goldman de vuelta.
El Sr. Gupta, así como Goldman y P.&G., podrían haber tratado de recuperar los gastos legales bajo una póliza de seguros de responsabilidad civil de directores y funcionarios. Aunque expertos legales dicen que muy probablemente, un asegurador negaría esos reclamos posteriormente a la convicción, argumentando que este no tenía que reembolsar ni al Sr. Gupta ni a las empresas por conducta que no se encontraba dentro de las responsabilidades del director.
Procter & Gamble adelantó el dinero por solo un cuarto del costo de las cuentas legales del Sr. Gupta, debido a su rol menor en el caso del gobierno. El Sr. Gupta fue acusado de divulgar un secreto de P.&G. y cuatro secretos de Goldman. Procter & Gamble podría tener más dificultad recuperando el dinero del Sr. Gupta porque él fue absuelto del cargo relacionado con P.&G. Pero esta empresa podría responder que el jurado condenó al Sr. Gupta de un cargo de conspiración que incluía conducta dentro de P.&G. Procter & Gamble tuvo un rol menor en el caso en comparación a Goldman, quien fue atacado por los abogados del Sr. Gupta a lo largo del juicio. El argumento que el Sr. Rajaratham tenía múltiples fuentes dentro del banco fue una de las principales defensas del Sr. Gupta.
El comentario de que el Sr. Blankfein era un hombre “frío y endurecido” vino de un abogado defensor quien dijo que el Sr. Blankfein no recordaba haber despedido cerca de 3000 personas durante la crisis financiera. Un vocero del banco acusó al abogado de distorsionar el testimonio del Sr. Blankfein.