Jurados en desacuerdo

Dos días antes de que el jurado en el juicio de Ahmed Khalfan Ghailani por bombardear una embajada llegara a un veredicto, parecía estar al borde de un bloqueo.

Un miembro del jurado mandó una nota al juez el lunes pidiéndole ser excusado. Su decisión, dijo ella, “no iba a cambiar” y ella estaba siendo atacada por ello por los otros miembros del jurado en el juicio.

No era claro en ese momento si la jurado estaba a favor o en contra de la absolución o de la convicción, pero el jurado ultimadamente decidió absolver al acusado de todos (¡los 257 cargos!) con la excepción de uno por conspiración para destruir edificios y propiedad del gobierno.

Pero al resaltar la disensión del jurado, esa miembro del jurado durante el juicio en el Tribunal Federal del Distrito en Manhattan, ofreció una reminiscencia del lugar terco del jurado disidente en el sistema legal. La atmósfera en el salón del jurado era “puro veneno,” recordó una mujer de Manhattan que fue brevemente famosa por ser la jurado en la contraria en un juicio de dos ejecutivos corporativos en 2004 en Nueva York.

“Ellos me gritaban,” dijo la Sra. Jordan el miércoles. “Uno de los jurados me amenazó. Él se acercó hacia mí en una furia, simplemente una furia, y me dijo ‘Voy a pasar el resto de mi vida destruyéndola.’”

Las notas del jurado en un número de casos han revelado la infinita variedad de las expresiones de frustración inducidas por los jurados de opinión disidente, incluyendo descripciones de sillas lanzadas e insultos.

Los disidentes pueden ser tipos raros y mal ajustados socialmente. Pero ellos también pueden ser gente dedicada al principio de que una convicción justa requiere verdadera unanimidad, no compromiso. “Uno nunca sabe que dormilón pueda haber en un jurado que vaya a pensar sobre las cosas de forma diferente que el resto de nosotros,” dijo un previo fiscal federal quien ahora se desempeña como abogado defensor en Nueva York.

El mes pasado, en un caso en Brooklyn relacionado con cargos de distribución de narcóticos, un jurado simplemente se rehusó a hablar con los otros.

Para los abogados y los jueces, la posibilidad de un jurado disidente puede ser una mina legal. A los jueces no se les permite preguntarles a los jurados los detalles de las deliberaciones continuadas. Ellos sí pueden traer jurados divididos de vuelta a la sala de audiencias para impartirles instrucciones adicionales—a veces llamadas instrucciones “dinamita” porque están supuestas a quebrar un estancamiento. Pero bajo la ley, esas instrucciones, a pesar de que pueden alentar el mantener la mente abierta, no pueden requerirles a los jurados a abandonar creencias profundas.

Un juicio nulo  puede ser un buen desarrollo para un acusado porque le presenta otra oportunidad de pelear el caso—si es que los fiscales deciden realizar un nuevo juicio.

Pero los abogados defensores dicen que el presionar a un juez a que declare un juicio nulo puede ser traicionero si todavía existe una posibilidad de absolución.  Un disidente que no ceda puede llevar a un juicio nulo, mientras que uno que ceda puede llevar a una absolución.

Un abogado en un caso de narcóticos el mes pasado dijo que él decidió no empujar para un juicio nulo cuando el presidente del jurado escribió que un miembro del jurado se negó a deliberar. El juez delicadamente cuestionó al hombre, un obrero con educación básica, quien dijo que estaba avergonzado de no poder seguir las discusiones complejas del jurado. El juez le aseguró al jurado que él tenía un rol importante que jugar y lo mandó de vuelta a la sala del jurado.

El acusado fue absuelto.

Por: William Glaberson

Publicado el  19 de noviembre de 2010 en el New York Times

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Este es simplemente otro ejemplo de un jurado siendo justo, aún en casos impopulares de narcóticos y lavado de dinero. El caso en el artículo de arriba tenía que ver con terrorismo e involucraba a un acusado del Medio Oriente que no tenía ningún lazo con los Estados Unidos. Él fue acusado de intentar matar la misma gente que lo estaba juzgando.

Si usted tiene un chance de ganar un caso, usted realmente tiene un chance. Aunque me apresuro a añadir que usted no es mejor que sus pruebas y no todo caso debe irse a juicio. Pero el sistema está diseñado para darle el beneficio de la duda al acusado, y los jurados tratan de ser justos y seguir las instrucciones del tribunal. Los fiscales pueden sentirse más que felices o aliviados al hacerle creer que todos los jurados son tendenciosos, y en cualquier lista de candidatos del jurado puede haber algún excéntrico intransigente, o tal vez dos o tres, pero no todos los doce.

David Zapp

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